Internet se está convirtiendo en un entorno cada vez más social, lo que podría ser perjudicial para muchas empresas si no pueden adaptarse a él, por limitaciones de sus modelos de negocio e incluso por el cambio de mentalidad que ello significa. Esta es una de las conclusiones del informe elaborado por Correos y Territorio Creativo y presentado en la reciente eCommerce Week de Madrid.
El estudio alude a que, al igual que la mayoría de las empresas de Internet, el eCommerce es muy intensivo en datos. Pequeñas diferencias en la optimización del sitio, en la experiencia de usuario, en el número de pasos para realizar una compra o en la manera de mostrar la publicidad pueden propiciar mejoras que conduzcan a grandes ingresos con un costo incremental muy bajo. Interesante, ¿no?
Ocurre algo parecido en los servicios de telecomunicaciones: muchos proveedores tradicionales necesitan amortizar equipamiento que comienza a quedar obsoleto y, en ocasiones, esa necesidad les lleva a retrasar en lo posible la salida al mercado de nuevas soluciones y a tratar de convencer a los clientes de los beneficios de la continuidad. No en vano, hace años se popularizó la frase de que ‘si algo funciona en tu estructura de TIC, no lo toques’, como si se tratara de un difícil ejercicio de equilibrismo.
Sin embargo, hay una nueva oleada de suministradores más innovadores, con músculo financiero y sin cargas que amortizar, que tratarán de contrarrestar su menor tamaño con modelos de innovación tecnología y flexibilidad que conviene no perder de vista. Porque quizá nuestro competidor más próximo ya se ha fijado en ellos o simplemente por razones de ahorro y eficiencia.
En un mundo empresarial donde ‘hacer más con menos’ se ha convertido en doctrina, parece interesante tomarse un tiempo en las empresas para decidir si nuestros suministradores tradicionales son también quienes nos ofrecen las tecnologías más adecuadas para afrontar los retos cambiantes del negocio.
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