La calidad, esencial en la externalización de TIC

El outsourcing es un mercado que gana protagonismo y que todavía presenta retos para algunas organizaciones que dudan sobre cómo gobernarlo, qué deben externalizar, cuándo hacerlo y qué condiciones deben cumplir sus proveedores.

Para ayudar a las empresas a abordar estos desafíos, Penteo ha presentado un informe que analiza el panorama general del mercado, tendencias en la demanda y factores tales como el gasto medio de las empresas, áreas esenciales de externalización y satisfacción, entre otros indicadores. El estudio incluye también un conjunto de 70 indicadores agrupados en varios bloques para que las empresas puedan evaluar su situación y tomar las decisiones más adecuadas. Las cuatro áreas de valoración son: presencia en el mercado, prestaciones de los servicios, solidez del proveedor de servicios y satisfacción de los clientes.

Como era de esperar, la inversión de las empresas en outsourcing ha aumentado y seguirá haciéndolo en 2012, por la necesidad de rebajar costes y aumentar la eficiencia. No obstante, el aumento de la competencia y la presión sobre los precios acarrean un descenso de los niveles de satisfacción en algunas áreas.

Al revisar sus contratos, algunas empresas se percatan –desgraciadamente cuando ya es tarde– de que el servicio contratado no incluye determinados elementos o condiciones de soporte o de que las aplicaciones/servicios elegidos tienen problemas de compatibilidad con sus propias infraestructuras. De ahí la conveniencia de conocer primero el servicio, probarlo, pactar los niveles de disponibilidad por escrito y apoyarse en fórmulas flexibles.

Cuando el marco en el que las empresas desarrollan su actividad cambia constantemente y les obliga a rehacer presupuestos y modificar su mix comercial, ¿qué sentido tiene ‘casarse’ con una tecnología durante años? Ahora más que nunca, las TIC deben estar al servicio de las necesidades de la empresa, y no al revés, como venía sucediendo hasta fechas recientes.