Las ventajas intangibles de la videoconferencia

La videoconferencia se ha considerado durante mucho tiempo como la mejor alternativa a viajes de negocios caros, que consumen mucho tiempo y contaminan. Todo ello es cierto, pero también existen otros beneficios relativamente desconocidos.

La videoconferencia permite a la gente a estar en más de un lugar a la vez: en Nueva York un minuto, poco después en Milan, … y regresar inmediatamente a su mesa en Londres o Madrid. Conecta a la gente de una manera nueva en las relaciones comerciales, pues permite la comunicación cara a cara en cualquier momento del día entre compañeros que, de otra manera, depende del correo electrónico o de frías llamadas telefónicas entre personas que a veces ni llegan a conocerse.

Desde una perspectiva psicológica, la cercanía genera confianza y cordialidad. La videoconferencia permite a los empleados conocerse mejor, participar y observar comportamientos que no se reflejan en los correos electrónicos o al hablar por teléfono. Se pueden leer su lenguaje corporal y sus expresiones faciales y la comunicación se hace más ‘cálida’, permitiendo que compañeros separados por miles de kilómetros hablen como si estuvieran trabajando codo con codo. La comunicación se hace más clara y las cosas se resuelven antes.

Otras aplicaciones están aún por descubrir. Hablemos, por ejemplo, de la contratación de titulados. Gracias al vídeo de alta resolución, se pueden hacer entrevistas de trabajo a los postulantes a un puesto en una multinacional, ver su expresión y su lenguaje corporal sin perder ningún detalle importante. Incluso cuando los candidatos se presentan como parte de su entrevista, la experiencia es muy buena. Además, es más sencillo concertar las entrevistas y la vacante se cubre antes.

En las llamadas telefónicas, la gente se puede distraer con el correo electrónico, hablando con otros y mirando lo que pasa en la oficina. La videoconferencia disuade de ello. Somos seres sociales y el contacto humano es importante. Conocer a alguien en persona, aunque sea a través del espacio cibernético, ayuda a crear un sentido de equipo. Al replicar esta interacción social a través de videoconferencia, se crean relaciones de negocios más sólidas y aumenta la transparencia y la confianza.

Desde una perspectiva de negocio, se acelera la toma de decisiones y se reduce el margen de error. La videoconferencia permite ver los productos de una parte muy diferente del mundo, comentar o modificar aspectos de forma rápida, reducir los ciclos de producción, hay más innovación, … Aspectos de vital importancia en el competitivo mercado global. Todos trabajan para conseguir el resultado deseado.

La videoconferencia en alta definición permite a las personas interactuar con otras –dondequiera que se encuentren –de una forma y con una riqueza de matices que las llamadas telefónicas convencionales no permiten. Las decisiones son más rápidas, los malentendidos son mínimos y el negocio es más ágil y eficaz. Sabiendo esto, parece sencillo calcular el valor de este tipo de reuniones.