Video: plug & play

Se estima que para 2014 el vídeo supondrá más del 90% del tráfico mundial de Internet, lo que equivale a multiplicar por cuatro el tráfico IP entre 2009 y 2014, según un informe de Cisco. La explosión del vídeo y el surgimiento de dispositivos móviles capacitados para transmitirlo online (teléfonos inteligentes, PADs, netbooks, sistemas de telepresencia,…) explican en parte esta tendencia generalizada en el mundo desarrollado. Y no podemos olvidar los servicios de contenidos multimedia a la carta que cuentan con millones de usuarios en el mundo, que se ha hecho esperar pero acaba de despegar.

La transmisión de comunicación multimedia –incluyendo el vídeo, además del audio y los datos –por redes IP es posible desde hace tiempo desde el punto de vista técnico, pero no dejaba de tener un uso minoritario. Para quienes provienen del mundo de las telecomunicaciones, cualquier avance era una importante mejora, mientras que los especializados en el vídeo como foco de su negocio no dejaban de verlo como un medio más que, en muchos casos, no les permitía ofrecer el servicio con la misma calidad que los medios tradicionales.

La razón de su popularidad ahora viene del uso diario al que estamos acostumbrados a través de los portales de Internet, a las mejoras en las características técnicas de los terminales (como, por ejemplo, la alta definición), o la posibilidad de realizar multiconferencias de forma sencilla y de acceder a los recursos de la empresa en remoto, gracias a la mejora en las redes de acceso. Lo mismo que hacíamos para leer nuestro correo electrónico o llamar por teléfono. Esto tiene implicaciones importantes a la hora de multiplicar la productividad de los empleados y ahorrar dinero y tiempo en viajes.

El vídeo ocupa un porcentaje creciente del ancho de banda en las redes IP, a pesar de que éstas no cesan de expandir su capacidad. Las tendencias de las que se habla desde hace tiempo (como por ejemplo, que pronto será el usuario quien determine qué contenidos quiere ver, cuándo y dónde) ya están aquí. Y las redes no siempre están preparadas para que esto se lleve a cabo de forma masiva. Se requieren cambios muy importantes en los modelos de relación y de negocio entre proveedores de redes y de contenidos.

Además del conocimiento técnico y la experiencia, la especialización y el control de la red son esenciales para garantizar que una comunicación por vídeo entre varias empresas va a funcionar correctamente, con la calidad necesaria y en el momento que se necesita, sin retardos ni imágenes borrosas. Porque no estamos hablando de herramientas de videoconferencia para la cúpula directiva, sino de ayudar a mejorar la comunicación que permite el propio funcionamiento de la compañía. En todos sus departamentos y en todas sus comunicaciones con equipos de trabajo, clientes, socios, proveedores y, en definitiva, todos los que contribuyen al buen desarrollo del negocio.