La evolución del sector en el último año anima a cierto optimismo. De acuerdo con la consultora Gartner, el mercado mundial de servicios TI movió 792.955 millones de dólares de negocio en 2010, lo que constituye un crecimiento del 3,1%. Aunque está por ver el potencial real de crecimiento, parece que la influencia de recesión global en el sector ya no es tan fuerte.
Conviene no perder de vista, en este sentido, el conjunto de tendencias que a juicio de la consultora serán determinantes en la evolución del sector a medio plazo: hiperdigitalización de contenidos en la economía, globalización, mayor peso de la tecnología en la estrategia de las empresas y del servicio al cliente, cloud computing, tecnología inteligente, mayor seguridad y privacidad de las comunicaciones, utilización de sistemas TIC como componentes de sistemas más amplios y complejos, redefinición de la cadena de valor y especialización en procesos verticales que permitirá generar innovación y valores diferenciados.
En este marco, un informe de Frost & Sullivan llama la atención sobre uno de los factores que impulsan la reducción de costes de las empresas: el outsourcing de TIC y su papel en la reducción de los costes fijos de las empresas. Justificar el efecto del gasto en TI en el negocio es hoy una necesidad para el consejo de dirección de cualquier empresa. En términos generales, las prioridades son optimizar las infraestructuras informáticas, maximizar la flexibilidad, reducir costes para mantener las ventajas competitivas y mejorar los resultados.
Con la creciente especialización, es evidente que implementar procesos probados y compartir servidores y recursos mediante el outsourcing permite a las empresas dotarse de una infraestructura más potente y capaz de prestar mejor servicio a menor coste. El outsourcing de servicios TIC no sólo reduce la complejidad, sino que ayuda a rentabilizar mejor la inversión de las empresas en nuevas tecnologías.