Level 3 Communications ha anunciado la compra de Global Crossing por 2.000 millones de dólares más los 1.100 millones de deuda acumulada por la que hasta hace poco era uno de sus competidores en redes de comunicaciones internacionales. En definitiva, 3.100 millones. Los analistas han considerado que esta operación ayudará a Level 3 a “ganar amplitud, permitiéndole colocar más tráfico en sus redes” y expandir su alcance geográfico.
Pasará un tiempo hasta que conozcamos el coste real de los ingresos que la compra aporta a Level 3, ya que el modelo de negocio de ambas compañías se ha visto afectado por enorme competencia y el hecho de que el crecimiento constante en el tráfico de datos no se ve normalmente acompañado por un alza similar en el volumen de negocio. Dicho de otro modo, se impone la necesidad de generar nuevos ingresos con un menor (o casi imperceptible) incremento de costes.
Esta compra se suma a la docena de transacciones que se han producido en los últimos 18 meses en el mercado de proveedores de infraestructuras de red y muestra que el sector de las telecomunicaciones vive un momento importante de consolidación.
Parece que la aceleración de este tipo de operaciones tiene dos razones principales. En primer lugar, el uso del ancho de banda está trasladándose rápidamente del ordenador a los teléfonos móviles (y los operadores están trabajando duro para atender la demanda), de forma que las compañías que comercializan ancho de banda están experimentando un crecimiento record del tráfico IP y el ancho de banda que lo soporta.
En segundo término, las empresas dependen más que nunca de proveedores de infraestructura para disponer de redes físicas sobre las que gestionar sus servicios cloud, habida cuenta de que la ‘nube’ está permitiendo a las organizaciones gestionar buena parte de sus comunicaciones de forma más económica y eficaz que antes.
El mercado está empezando ahora a conocer el valor que los proveedores de infraestructuras de red aportan a las comunicaciones de negocios modernas: literalmente sostienen la nube. En definitiva, quien controla la infraestructura, controla ‘cloud’.