Una década de 10G

La tecnología Ethernet de 10 Gbps lleva en funcionamiento una década, pero es ahora cuando está convirtiéndose en la elección predominante para conexiones troncales de Internet y centros de datos. Esta versión de Ethernet proporciona una velocidad de datos nominal de 10 Gbits/segundo, diez veces más rápida que Gigabit Ethernet, y define enlaces conectados por switches de red generalmente.

El principal atractivo de Gigabit Ethernet es que se basa en una tecnología muy convencional: Ethernet. Cuenta con tres aplicaciones esenciales: conectar conmutadores entre sí, conectar servidores a concentradores y conectar estaciones finales a concentradores. Los tres tipos de conexión se describen en el orden en el que se supone que seguirán los administradores de redes, curiosamente en el sentido inverso al del despliegue de Ethernet convencional.

Hasta ahora el debate sobre Gigabit Ethernet se ha centrado en aspectos tales como la extensión de portadora (carrier extension), olvidándose de cuestiones más prácticas, aunque de poco sirve la tecnología sin una estrategia para adoptarla.

Por su parte, Metro Ethernet es una arquitectura destinada a suministrar servicios de conectividad MAN/WAN de nivel 2, a través de UNIs Ethernet . Estas redes multiservicio soportan variedad de aplicaciones y disponen de mecanismos para soporte a tráfico en tiempo real (RTP) tales como telefonía IP y video IP, especialmente sensibles a retardo.

La fibra óptica y el cobre se complementan en el ámbito metropolitano y facilitan así cobertura total para el despliegue de cualquier servicio. La tecnología de agregación de múltiples pares de cobre permite la entrega de entre 10 Mbps, 20 Mbps, 34Mbps y 100Mbps, mediante la transmisión simultánea de múltiples líneas de cobre. Además, esta tecnología proporciona muy alta disponibilidad, puesto que la eventual rotura de todas las líneas de cobre resulta casi imposible y el enlace sigue transmitiendo en caso de rotura parcial, reduciendo proporcionalmente el ancho de banda.

Además, los nuevos circuitos fotónicos integrados (PCI) permiten realizar transmisiones submarinas a muy alta velocidad, utilizando canales de 100 Gbps sobre circuitos PCIs de 500 Gbps. Un avance decisivo para atender la enorme demanda de banda ancha de alta capacidad en Europa.