Hace unos días, la presidenta de Microsoft Ibérica decía con satisfacción que su compañía sube una media de 150 empresas cada semana a la nube. Es evidente que la tecnología cloud gana interés entre las organizaciones empresariales porque acelera la llegada al mercado de sus productos y servicios, es más flexible que tener infraestructuras en ‘casa’ y también más económica.