Esquivar problemas en las redes

Hace unas semanas, los usuarios de la red móvil de Yoigo se vieron afectados por la rotura de un cable entre Madrid y Córdoba. La voz funcionaba, pero no el servicio de datos ni la web. La conexión se restableció poco más tarde redirigiendo el tráfico por otra vía.

Los fallos de servicio debidos a cortes o incidencias en las redes de comunicaciones son relativamente normales. Las principales causas son las obras en carreteras y autovías que discurren paralelas a los tendidos de telecomunicaciones, zanjas en las aceras de las ciudades, roturas de cable submarino provocadas por las redes y anclas de los pesqueros, corrientes submarinas o incluso (esto ya forma parte del pasado) dentelladas de los tiburones.

Aunque los satélites cubren una parte de la demanda de transmisión, especialmente para televisión e Internet, los cables submarinos de fibra óptica siguen siendo la base de la red mundial de telecomunicaciones. En 2009, el terremoto de Honduras provocó la rotura de un cable entre Perú y Norteamérica, afectando seriamente a las comunicaciones. En abril de 2010, Oriente Medio –con conectividad limitada con el resto del mundo –quedó prácticamente paralizado por la rotura del cable SeaMeWe-4, un tendido que 20.000 kilómetros que une Europa con Oriente Medio, Pakistán, India y Singapur, entre otros países. Son sólo dos ejemplos.

Sin teléfono ni Internet, la actividad para. Los primeros en acusar las consecuencias de este tipo de incidentes suelen ser los mercados financieros, seguidos de inversores, grandes empresas internacionales, administraciones y, cómo no, embajadas y los propios ciudadanos, que súbitamente se ven desconectados del resto del mundo.

Afortunadamente, se restablece la normalidad en cuestión de horas o días, si bien lo idóneo es que los usuarios ni se percaten del problema. Esto se consigue mediante la contratación de un segundo operador, que ofrezca servicio de respaldo mediante un tendido de cable alternativo. De esta forma, si se produce un corte por obras en las calles, por ejemplo, podrá derivarse el tráfico a la red alternativa mientras se repara. Se trata de una solución cada vez más utilizada por las empresas que necesitan ofrecer una alta calidad de servicio a sus clientes y organizaciones tales como hospitales, servicios de emergencia, centros financieros o cajeros automáticos.

En el caso de los cables submarinos, la construcción de nuevas rutas alternativas en zonas dotadas de poca oferta de redes como Oriente Medio y África está siendo la solución más eficaz. En los últimos años, se han puesto en funcionamiento nuevos cables submarinos con tecnología de fibra óptica y varios Terabits/s de capacidad, lo que equivale a millones de canales telefónicos adicionales.