Cloud IP seguro

Un reciente estudio de Forrester llama la atención sobre los riesgos de adoptar cloud computing sin una adecuada atención a la seguridad y la privacidad. La consultora invita además a las empresas a que, antes de adquirir un servicio ‘en la nube’, comprueben las reglas bajo las que van a encontrarse sus datos y su movimiento fuera de la compañía. El informe apunta que se necesita una industria con estándares abiertos, regulaciones claras e interoperabilidad. Es decir, unos estándares que permitan a las empresas –suministradores de servicios TI– ser más flexibles y ágiles y, a los clientes, evaluar a los proveedores y sus ofertas de seguridad y privacidad.

Desde el punto de vista tecnológico, estamos viviendo una etapa extraordinaria. La convergencia de las nuevas economías con sectores tradicionales y la aparición de tecnologías conductoras de la innovación han estrechado la colaboración entre grupos multidisciplinares, centros de excelencia, universidades y empresas y han permitido crear equipos multinacionales que colaboran codo con codo aunque les separen miles de kilómetros de distancia.

Para que esa comunicación sea eficaz, las organizaciones necesitan preservar la integridad de la red, garantizar la seguridad del acceso en remoto, disponer de conectividad permanente entre sus oficinas y de soluciones de itinerancia, proteger sus contenidos y la propiedad intelectual (tanto corporativos como de correo electrónico) mediante tecnologías de filtrado y protección de datos en tiempo real, realizar back-up seguros, facilitar acceso remoto a sus empleados… Cada compañía tendrá unas necesidades específicas según su propia organización del trabajo y las funciones que desarrollen sus equipos.

Los proveedores de telecomunicaciones tradicionales tienen responsabilidad sobre el funcionamiento de la Red y poco más; en caso de cortes inesperados en las comunicaciones –como los que hemos visto hace unos meses en algunos cables submarinos-, su responsabilidad se limita a ofrecer redes redundantes a los clientes más críticos y tratar de recuperar la normalidad cuanto antes. Por su parte, los suministradores de aplicaciones son responsables del servicio que prestan, exclusivamente, y hasta el límite del servicio. ¿Quién responde cuando las cosas no funcionan?

Las operadoras que optan por aprovechar las ventajas de la propiedad de la red para suministrar directamente a las empresas servicios ‘Cloud IP’ tienen responsabilidades más amplias (protección de la integridad de la red, accesos y contenidos), mayor compromiso y la ventaja de ofrecer al cliente un único punto de interlocución.

Las nuevas redes y centros de datos de última generación están diseñados para albergar entornos de alta seguridad críticos para el negocio. Utilizan las técnicas y sistemas de gestión de la seguridad más novedosos y funcionan las 24 horas durante los 365 días del año. Estos sistemas están gestionados por personal de dedicación exclusiva y el compromiso con la seguridad está garantizado a través de estrictos acuerdos de nivel de servicio (SLA).

En un entorno que cada día busca más la colaboración y la eficiencia empresarial, la inteligencia de la red, los equipos y la tecnología deben estar preparados para prevenir, detectar y responder a vulnerabilidades y amenazas en tiempo real. Con el modelo ‘Cloud IP’, todos los servicios de seguridad se pueden supervisar y administrar a través del portal web, en tiempo real y de forma segura, logrando una completa visibilidad y control sobre el estado de sus sistemas.