El crecimiento de Internet ha cambiado las redes y ha llenado casi todo el espacio disponible en los centros de datos, provocando una ampliación del espacio físico y de la potencia. ¿Cómo han cambiado los centros de datos en los últimos 10-15 años? Comparado con las tecnologías de redes y del hardware utilizado en CPD, muy poco. Siguen siendo centros donde se suministra espacio, potencia, refrigeración, seguridad física, unas garantías mínimas en el abastecimiento eléctrico y poco más.
Hay un cambio importante de paradigma: empresas como Google, Amazon, Yahoo o Microsoft están construyendo sus centros de datos en lugares donde el suelo es más barato, pueden comprar electricidad a buen precio, tienen acceso a recursos naturales para la refrigeración de sus servidores… Es lo que necesitan los nuevos “almacenes” de servidores que ofrecen servicios asociados a “cloud computing”.
Estos nuevos CPDs son comparables a grandes almacenes donde los servidores, sistemas de almacenamiento, balanceadores de carga, etc. se alojan en módulos/contenedores autónomos, con alimentación independiente, elementos de conectividad y sistemas propios de refrigeración líquida. Así, en unos 60 metros cúbicos tenemos capacidad para almacenar hasta 2.500 servidores (10 veces más que un CPD convencional) con un consumo hasta tres veces mejor (PUE cercano a 1).
Este es el principio de una estrategia de futuro basada en la aplicación de nuevas tecnologías y arquitecturas para aumentar la capacidad de proceso con un coste de construcción y operación mucho más bajo que todo lo conocido hasta ahora. No hace falta construir suelo técnico ni sistemas de refrigeración y eliminamos el trabajo de montar rack a rack todos nuestros sistemas, servidores, switches, etc. Al contrario, añadimos bloques que incorporan todos los elementos y nos aportan la capacidad y recursos necesarios. En términos gráficos, se trata de pasar de un trabajo manual a un modelo “industrializado”.
Dicen los expertos que, en unos años, las empresas que operan centros de datos gastarán más en electricidad que en equipos, mientras tenemos constancia de que algunos servidores alojados en centros de datos funcionan a apenas el 15-20% de su capacidad. Con maquinas virtuales que dan acceso a servicios alojados en la Red , este ratio podría alcanzar el 80%, con menor inversión y más flexibilidad. En el futuro, habrá que prestar más atención a este tipo de datos y diseñar arquitecturas más ecológicas y eficientes.
El software, la virtualización y los sistemas “distribuidos” son parte del cambio de paradigma en los CPDs. En este escenario, comprar espacio y pagar por una infraestructura ociosa no resulta justificable ni efectivo. La alternativa es adquirir capacidad de proceso y ajustar los costes a las necesidades de la empresa en cada momento.