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Evolución de las redes de los operadores
Para un operador, la evolución de las redes hacia el modelo cloud actual ha supuesto todo un cambio de paradigma. Tradicionalmente, el operador creaba su red implementando su infraestructura física de cableado y equipos, luego instalaba en ellos los servidores asociados a los diferentes servicios que fuera a ofrecer a sus clientes, después integraba dichos servidores con los sistemas de explotación y facturación, y posteriormente iba ampliando su red a medida que aumentaba el volumen de tráfico o el número de clientes.
Con la aparición de la tecnología cloud, desaparece la necesidad de crear físicamente la red, puesto que la plataforma cloud proporciona ya toda la infraestructura de conectividad y procesamiento necesaria para el funcionamiento de los servicios. El operador sólo tiene que configurar su arquitectura cloud desde el punto de vista lógico, definiendo su topología y los servidores empleados, pero no necesita instalar físicamente equipos o conexiones, pues la plataforma cloud ya se encarga de proporcionarlos. Una vez definida esa arquitectura, el siguiente paso para el operador es crear un ecosistema de aplicaciones que utilicen los servicios de esa plataforma, seguido de la integración con los sistemas de facturación y explotación.
El siguiente estadio de evolución de la tecnología cloud es el modelo de “federación”, en el cual varios proveedores cloud diferentes interconectan y comparten sus infraestructuras para equilibrar tráfico, atender picos de demanda o proporcionar servicio a clientes más cercanos a la ubicación geográfica de sus respectivas plataformas. Esta filosofía permite extender el alcance efectivo de la infraestructura de cada proveedor cloud, de modo que, por ejemplo, un proveedor asiático pueda recurrir a los servicios cloud de un proveedor europeo para atender con mayor calidad de servicio a los clientes de este continente, o viceversa; o dos proveedores cloud con clientes en la misma región puedan compartir sus recursos para atender períodos de fuerte demanda o cubrir áreas a las que no llegue directamente cada uno de ellos. Este modelo de federación exige implementar un ecosistema abierto de aplicaciones con interfaces comunes y públicas que otros proveedores cloud puedan utilizar.
La revolución de Interoute: el centro de datos es la red
En una arquitectura de centros de datos basada en una gran red de transporte óptica como la de Interoute, Internet ya no es el camino a través del cual se establece una VPN, sino simplemente una más de las diferentes redes conectadas a su red troncal. Muchos proveedores de centros de datos que no disponen de infraestructura de red propia se limitan a ofrecer salas de equipos conectados que recurren a internet o a otros operadores para proporcionar la conectividad necesaria con el exterior. Interoute va un paso más allá, al ser un proveedor integral cuya infraestructura abarca desde las canalizaciones físicas por las que discurren los cables de fibra óptica hasta los servidores informáticos donde residen los servicios y los datos. Con Interoute, sus datos no circulan por cualquier sitio: la red de Interoute es el camino que sus datos recorren al moverse de un centro de datos a otro o al salir hacia Internet. Un camino controlado y protegido, con unos parámetros de rendimiento previsibles y garantizados.
Lo que diferencia a nuestros centros de datos de los de otros proveedores, además de su calidad y capacidad, es que están estrechamente integrados con una red óptica propia de alta velocidad que es la más extensa y potente de su categoría en Europa. Nuestro centro de datos no es un mero edificio conectado a una red. Es un eslabón de la propia red. Cuando usted contrata nuestros servicios de coubicación, está contratando mucho más que un espacio para sus equipos: está entrando a formar parte de la mayor y más moderna red de datos de Europa.