Una de las preguntas que escuchamos más frecuentemente es ¿cómo subo mis datos a la nube?
Para muchas organizaciones los beneficios de almacenar sus datos en la nube han comenzado a resonar, pero se enfrentan a cuándo empezar porque se preguntan cómo hacerlo. La decisión sobre la forma de subir los primeros datos a la nube, o lo que se denomina ingesta inicial, es algo que no se puede hacer a la ligera.
Aunque hay más de una manera de realizar la ingesta inicial, la mejor solución puede variar en cada caso particular. Los factores relevantes que influyen en la decisión son: cantidad de datos destinados a ello, ancho de banda disponible, plazo en el que desea cargar los datos. Por lo general, la mayoría de las organizaciones decidirán sobre uno de los tres métodos siguientes para la ingesta inicial:
Utilizar el ancho de banda existente
Calcular el tiempo que se tarda en cargar una gran cantidad de datos a través de una WAN implica algo de aritmética sencilla. Por ejemplo, una velocidad de enlace ascendente de 100Mbit/s debe ser capaz de impulsar casi 1 TB por día. Si bien este enfoque parece preestablecido, en la práctica, las organizaciones deben tener en cuenta algunos factores adicionales:
Aumentar el ancho de banda temporalmente
Para los casos en que el ancho de banda existente no sea suficiente para subir los datos a la nube sin retraso, la opción es aumentar temporalmente el ancho de banda durante el proceso de carga. Algunas compañías de telecomunicaciones y proveedores de Internet ofrecen capacidad por un corto plazo, semanas o meses. Una vez que la ingesta esté completa, el ancho de banda se puede restaurar para adecuar el curso normal de acceso de datos y actualizaciones. Una alternativa para el aumento de ancho de banda es utilizar una instalación de colocation o centro de datos que proporcione mayor ancho de banda, pero hay que añadir costes adicionales de transporte, instalación y leasing de equipos, pero puede ofrecer un compromiso a coste efectivo.
Enviar un soporte físico a un proveedor cloud
En última instancia, si los datos no se pueden subir en un tiempo adecuado a través de la red, el envío de un soporte físico a un proveedor cloud es la siguiente opción. Si bien esta opción puede parecer aparentemente fácil, es importante no ignorar las mejores prácticas cuando se envían medios físicos.
Muchas organizaciones han adoptado un modelo de “confianza cero” para sus datos ya almacenados en la nube (es decir, todos los datos se cifran con un conjunto de claves mantenidas localmente), el transporte de datos requiere una seguridad similar.
Conclusión
Si bien hay beneficios para la ampliación de la infraestructura de almacenamiento en las instalaciones con una estrategia de seguridad de nube híbrida, a menudo el punto de partida consiste en responder a la pregunta de cómo subir los datos iniciales. La elección de la opción correcta puede satisfacer tanto la necesidad de realizarlo en tiempo como la reducción de riesgos en torno a la seguridad y la interrupción.
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