No todos los sistemas de videoconferencia son seguros

Vamos a imaginar un escenario de pesadilla en seguridad: un pirata informático secuestra el sistema de videoconferencia de un banco y difunde una videoconferencia privada y de alta confidencialidad por la web. Desgraciadamente, parte de la ‘pesadilla’ es cierta: hace apenas unas semanas, un pirata informático logró entrar en el sistema de videoconferencia de un bufete de abogados. El asunto trascendió e incluso salió publicado en el Financial Times alemán. Teniendo en cuenta que Internet tiene más de 150.000 puntos potenciales de ataque, ¿son realmente seguros los sistemas de videoconferencia?

Recordemos la época inicial de las redes inalámbricas (WLAN), cuando los ‘usuarios’ más ingeniosos se desplazaban en coche por las calles en busca de redes abiertas. El hecho de encontrar un gran número de redes inalámbricas mal (o poco) protegidas no significa que la tecnología sea poco segura en sí misma, ya que la experiencia demuestra que la mayor parte de los fallos suceden por errores humanos. La cuestión es que, quien gestiona sistemas de videoconferencia sin cifrar, no debe sorprenderse si su red IP es saboteada. Cualquier persona que se dé cuenta de esta vulnerabilidad debería pensar en cambiar de proveedor de servicios de TI.

La seguridad de las redes WLAN es una característica estándar de los mecanismos de protección y los usuarios están bien informados de que sólo hay unas pocas redes inalámbricas vulnerables. Cuando se selecciona un sistema de videoconferencia o un servicio de Video-as-a-Service (VaaS), hay que comprobar que integra las tecnologías más recientes y relevantes en seguridad y cifrado de datos.

Un buen proveedor encripta todas las llamadas que se realizan a través de su sistema de videoconferencia, de forma predeterminada. Esto asegura el tránsito a través de una red insegura, como es Internet, sin que otra persona pueda escuchar las conversaciones. Y la utilización de estándares internacionales de seguridad en la infraestructura de vídeo y en los puntos finales permite incorporar las técnicas de cifrado más avanzadas.