Libertad para elegir el hardware que se desea, cuando se quiera.
Software Defined Networking (SDN) y Virtualización de las Funciones de Red (NFV) están creciendo en importancia. El interés genuino alrededor de estas tecnologías está creciendo rápido, más rápido incluso que lo que se pensaba. Y por eso está creando algunos efectos curiosos en cadena.
Los proveedores de redes son cautelosos acerca de SDN y NFV, ya que ambas tendencias amenazan con acomodar una zona enormemente lucrativa de la infraestructura de TI. Como resultado, la expectación en torno a la próxima generación de tecnologías de red se está enfriando más de lo que sería para casi cualquier otra tecnología. Se han visto grandes tecnologías morir (o al menos retrasarse) de esta manera. Pero esto no está pasando este momento.
SDN es la capacidad para detectar y adaptarse a los cambios en la infraestructura de red rápidamente. Del mismo modo, NFV es la capacidad de ponerse de pie, derribar, automatizar y orquestar elementos de red de manera que sea fácil de utilizar.
Los elementos de la red pueden incluir conmutadores, routers, cortafuegos, sistemas de detección de intrusiones (IDS), seguimiento, duplicación de puertos e incluso grupos enteros de instancias de servidor virtual o físico.
Pero, ¿qué significa todo eso en realidad? Entender por qué SDN y NFV están levantando expectación requiere llevar las cosas a una escala que importa a las empresas normales, aunque no a los proveedores de servicios cloud o empresas del Fortune 2000.
Si bien hay una cierta clase de profesionales de TI que clamará contra el concepto, la facilidad de uso de SDN/NFV es lo que los administradores encuentran atractivo en su día a día. Durante demasiado tiempo, los conmutadores han sido frágiles y poco flexibles, debido a configuraciones innecesariamente complicadas e interfaces de línea de comandos.
Las interfaces gráficas, cuando existen, han sido sorprendentemente pobres y con frecuencia sólo ofrecen la capacidad de manipular un conmutador a la vez. Los que ofrecen la posibilidad de coordinar múltiples conmutadores suelen tener un coste más alto y aun así, no ser tan buenos.
Aplicaciones, sistemas operativos, hipervisores y hasta los sistemas de gestión de apagado de nuestros servidores son con frecuencia algo que puede ser integrado en secuencias de comandos. Aparentemente, todo tiene ahora una API y se pueden hacer maravillas con poco más que XML o JSON.
El resultado es que las herramientas de gestión se han disparado en diversidad. Si se quiere administrar una aplicación, sistema operativo, hypervisor o servidor es probable que haya una solución más fácil de usar que la que se está utilizando ahora. Si se quieren automatizar algunos o todos, hay maneras incontables de abordarlo.
Esto no existe en el mundo de las redes heredadas. Lo que sobre todo no existe es la capacidad de trabajar con múltiples conmutadores y routers de múltiples proveedores sin preocuparse por el hardware subyacente.
Instalar un hipervisor en un montón de servidores y que sean de diferentes fabricantes en realidad no importa. Si las CPUs son de diferentes generaciones, hay soluciones disponibles y con un mínimo esfuerzo se puede unir cualquier grupo de servidores juntos en un clúster de virtualización viable.
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